Esta canción se la dedicamos a esta pandilla de vendeobreros, a los que sin duda exterminaremos más temprano que tarde, mandandoles al carazo, digo carajo.
Viva la lucha de clases!!!
Cuestión de perspectiva
En Comisiones Obreras se libra desde hace tiempo una batalla interna a veces sorda y en ocasiones abierta entre distintas concepciones sindicales, que muestra en trazos gruesos las grandezas y miserias de la lucha política que se da en el ámbito político de la izquierda.
En esta confrontación, se ven reflejadas no solo las posiciones consecuentemente revolucionarias y de clase, (hoy minoritarias en este sindicato, aun cuando solo en él se haya articulado una oposición real y con fuerza), sino las de las diversas corrientes revisionistas y oportunistas; también tienen su peso, dominante en la dirección, los diversos matices de la socialdemocracia de derechas; y no faltan , incluso, quienes objetivamente se alinean con las posiciones del PP. Todo esto ocurre porque las diversas tendencias políticas de la burguesía, trasladan al seno del sindicato sus querellas e intentan influir en la clase obrera, a través de él.
Esta controversia interna de la burguesía en el seno de CC.OO. tiene su correlato en una diversidad de propuestas y matices sindicales, a la hora de afrontar alternativas concretas. No es extraño por ello, que en la actividad inmediata y a la hora de hacer frente a la acción sindical, en la orientación de la negociación colectiva, o en los debates sobre la estructura orgánica: posibles fusiones entre federaciones, papel de las uniones de rama y territorio, etc, surjan de continuo contradicciones entre las diversas facciones de la mayoría confederal; de la misma forma que las tensiones que vive el Partido revisionista entre sus camarillas, se trasladan al sector crítico.
Complica la situación el hecho de que una parte de los sindicalistas situados políticamente en la izquierda, estén influidos por todo tipo de corrientes oportunistas, como el trostkismo, y tiendan a separar radicalmente su posición política de su práctica sindical y a valorar el papel de los sindicalistas de clase, en base únicamente al contenido formalmente “radical” de las propuestas concretas. Con todo, de entre los sindicatos de clase, es en CC.OO. donde se da una batalla constante y se mantiene una intensa vida política interna.
Continuamente están en discusión en su seno muchas cuestiones que afectan a los trabajadores y a las organizaciones donde éstos encuentran su primera línea de defensa frente al capital: los sindicatos, y que deben ser debatidas sin perder la perspectiva de clase. Ocurre, sin embargo, que la dirección de los principales sindicatos y en particular los principales dirigentes de CC.OO., vienen analizando los problemas de nuestra clase y su organización, con una óptica ajena a los intereses del proletariado; con la perspectiva propia de los capitalistas.
Y de entre estos dirigentes, uno, el más alto, José María Fidalgo, es particularmente locuaz y torpe. El pasado domingo, 18 de Febrero, el Diario Noticias de Álava publicaba una entrevista que ilustra perfectamente sobre la ideología reaccionaria de este personaje, primer inter pares en el escalafón de la dirección oportunista del principal sindicato del país.
El dirigente oportunista da respuestas previsibles y recurre a los mismos lugares comunes que cabría esperar en el discurso vacío de un Ministro del ramo; pero entre tanta paja, desgrana varias contestaciones que muestran hasta qué punto ha hecho suyo el punto de vista del empresario a la hora de enfocar los problemas de nuestra clase:
A la pregunta de si considera que la capacidad adquisitiva del trabajador ha bajado tras entrar en vigor el euro, se despacha así: “Miro los cuadros y hojas de cálculo y no veo eso. Precisamente, los salarios negociados han ganado poder adquisitivo desde que empezamos a hacer los acuerdos de negociación colectiva” .
Por otra parte, J.M. Fidalgo no entiende de clases, ni de lucha entre ellas; para él todo parece reducirse a cuestiones técnicas o cuya solución está ligada al mero transcurrir del tiempo, que todo lo cura. Así su opinión respecto al fenómeno del denominado mileurismo (eufemismo que hace referencia al hecho de que una mayoría de jóvenes muy preparados técnica y académicamente sólo encuentren empleos mal pagados y con lamentables condiciones de trabajo), responde: “Bueno, eso es ley de vida. Se irá corrigiendo con el tiempo y con la vida” . Es también la vida la que, a su juicio, “homogeniza las condiciones en función del mercado, de la cultura y de la manera de hacer las cosas”; lo que explica que no defienda la aplicación por ley de las 35 horas semanales de trabajo
Parece increíble, viniendo del secretario general de un sindicato, que se tenga por determinantes a elementos tan “etéreos” como éstos, a la hora de explicar problemas tan graves como los que hacen frente una mayoría de trabajadores, particularmente aquellos que entran en el mercado de trabajo y se ven por ello directamente afectados por las brutales consecuencias de la desregulación laboral que el capital lleva años imponiendo con la inestimable ayuda de los Fidalgo de turno.
Tan en su papel de “agente social”, de legitimador del capital se siente el dirigente oportunista que olvida que es su carácter de elemento activo en la negociación colectiva el que determinó en su día el surgimiento de los sindicatos, que nacieron para reforzar la posición de los trabajadores a la hora de negociar con los patronos las condiciones de trabajo y salariales. Olvida, en definitiva, que es precisamente para no dejar todo en manos del mercado, la cultura y la manera de hacer las cosas, (es decir, en manos del capital) por lo que tiene sentido para los trabajadores el afiliarse y apoyar la acción sindical.
Si, como más adelante sostiene Fidalgo, fuera el mercado de trabajo y la voluntad de las empresas de renovar plantillas lo que hace que la jubilación se dé a los 60, a los 65 o a los 70 años, como pretende el capital, ¿para qué la acción sindical? Así se explica el qué firmara en Junio pasado un pacto que establece el retraso paulatino de la jubilación parcial establecida en muchos convenios para garantizar la renovación de las plantillas, y prepara el terreno para futuros recortes: ¡¿para ayudar al mercado y a las empresas a llevar a cabo su irrefrenable voluntad?!.
Unos días después de sus declaraciones, el diario “El País” que se tiene por portavoz de los sectores mas “modernos” de la burguesía mas “inteligente”, publicaba en diversas secciones datos que demuestran hasta qué punto las afirmaciones del principal dirigente oportunista del sindicalismo español son el fruto de una visión radicalmente reaccionaria, que distorsiona la realidad en función de los intereses del capital. Su editorial del Sábado 3 de Marzo, decía: “...Durante el ejercicio económico de 2006, las ganancias de las 35 empresas del Ibex aumentaron el 31% y superaron los 42.700 millones de euros. Es el cuarto récord anual consecutivo...algunas de las compañías españolas se están convirtiendo en referentes mundiales; es el caso de telefónica, que es la operadora que más dinero ganó el año pasado -6233 millones- por delante de la estadounidense AT and T” Y añadía : ...El salario de los trabajadores, en términos reales, apenas ha crecido en los últimos seis años y en los segmentos salariales más bajos se ha llegado a producir incluso una disminución real. Esta divergencia se traslada inevitablemente a una mayor participación de las rentas de capital en la renta nacional, mientras que decrece la participación de las rentas salariales”. *(1) ¡No!, como vemos, es la lógica del sistema la que apunta en la dirección contraria a los intereses del proletariado y no la tendencia natural de la vida.
La locuacidad de Fidalgo, producto de su fe en los valores del capitalismo, le ha traicionado muchas veces. Su entrega pasional a la tarea de hacer del sindicato la correa de transmisión de las corrientes más reaccionarias de los patronos, ha creado no pocas situaciones de tensión interna en la propia mayoría oficialista, pues al fin y al cabo, la más rastrera de las políticas oportunistas precisa de un cierto grado de legitimidad ante la clase que el amigo de Cuevas no le aporta. Pero sus declaraciones al Diario de Álava son algo más que una anécdota. Son una nueva prueba de que el sindicalismo en España está dirigido por elementos que no se identifican con los problemas de nuestra clase ni son, por tanto, capaces de aportar soluciones.
Más allá de esto, todo es cuestión de perspectiva.
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*(1).- El mismo diario en su edición del Domingo 4 de Marzo, señalaba: “El beneficio neto de las 130 empresas del continuo en 2006 fue de 55.170 millones de euros...hasta 18 empresas han duplicado o más sus ganancias con respecto al año anterior”. Entre las empresas que más ganan están: Banco de Santander , telefónica, BBVA, Repsol YPF y Endesa..