martes, 11 de diciembre de 2007



ANTE LAS MENTIRAS SOBRE VENEZUELA... ¿POR QUÉ NO OS CALLÁIS OLIGARCAS Y DEFORMADORES DE OPINION?


Venezuela se quedó a las puertas de una reforma constitucional caracterizada por una magnitud mediática inversamente proporcional al desconocimiento de sus propuestas. No pudo ser; personalmente lamento la oportunidad perdida de la puesta en práctica de unas interesantísimas reformas. Pero conviene, después del aguacero caído, hacer algunas reflexiones del extraño contexto en que se ha movido la consulta popular. Hace un año viví in situ las elecciones presidenciales, y ahora he sido testigo, con un mar de distancia, del tratamiento que se ha dado a la consulta. El grado de desinformación es equiparable al que Chomsky ha relatado sobre la repercusión mediática de los sandinistas en EEUU. La mala fe y el servilismo de los medios de comunicación han rayado con lo paranoico. Todo ello no hace sino descubrirnos que lo que se juega de fondo es una lucha de clases en la que la minoría oligárquica no quiere compartir ni un mínimo de beneficios con la clase obrera, ni sus monopolios mercantiles con el estado, ni su poder político con consejos y asambleas populares. Con todo, conviene aclarar que este análisis no implica que los resultados se deban ni exclusiva ni fundamentalmente a la labor de los desestabilizadores, ya que si el pueblo es soberano lo es también ante lo no esperado, y a quien le corresponda debería hacer un esfuerzo de autorreflexión.
Dicen los psicoanalistas que la insistencia machacona en una afirmación puede ser síntoma de un engaño. Algo así ha ocurrido con la sucesión de bulos, mentiras y medias verdades que han acompañado al referéndum venezolano. Lo dicho, lo no dicho, y lo insinuado han intentado conducir al espectador a través de la sociedad del espectáculo hacia el esperpento: que Chávez quiere el gobierno vitalicio, que en Venezuela desaparece la propiedad privada como antes ocurrió con la libertad de prensa, que allí hay una dictadura con un caudillo bananero a la cabeza que hace el ridículo en cuanto tiene oportunidad y que lleva su país al aislamiento internacional, que si gana el sí habrá una dictadura y si gana el no también, que tras la posible derrota se derramaría mucha sangre….

Nada de esto es nuevo ya que se repite cíclicamente cada vez que en Venezuela se convocan elecciones (que por cierto son muchas) con la única variante de ciertas modulaciones en los rituales acusadores. En esta ocasión, el tsunami borbónico del “por qué no te callas” fue el encargado de traspasar océanos con la pretensión de dejar definitivamente zanjada la opinión que todo bienpensante universal debe tener de la revolución bolivariana. Un vistazo a la prensa mayoritaria anterior a aquel día nos revela que la suerte de Chávez ya estaba escrita (y nunca mejor dicho): se exageraron las algaradas callejeras protagonizadas por un reducido grupo de adinerados estudiantes hasta el punto de afirmar que la gravedad de la situación impediría a Chávez la asistencia a la cumbre iberoamericana de Chile; cuando por fin apareció –tarde por haber estado intermediando con las FARC a petición de Uribe- se le acusó de intromisión en asuntos extranjeros (de Colombia), y ello a pesar de que en las fotos de la prensa salía junto a la embajadora colombiana en Venezuela; los media españoles dejaban caer que Zapatero y Bachelet lideraban un potente grupo de oposición para hacer el vacío al presidente venezolano…..La realidad es que Chávez no sólo no tuvo problemas para ir a la reunión, sino que continuó viaje hasta Irán; en el asunto colombiano quien quedó en entredicho fue Uribe al desvelarse que su maniobra propagandística se hacía siguiendo instrucciones de su amo del norte del continente; y el buscado arrinconamiento no tuvo lugar ya que otros mandatarios repetían las mismas denuncias que Chávez (sobre injerencias extranjeras, problemas con multinacionales, etc) a la hora de tratar de evitar las causas responsables de que 320 millones de latinoamericanos sean pobres de solemnidad. (Aspecto crucial que por cierto quedó oscurecido del circo mediático tras el telón de la famosa frase neocolonialista)
Desde aquella reunión hasta hoy, las armas de periódicos, revistas, radios y televisiones, han seguido disparando compulsivamente: desde encuestas diarias dando cuenta del fracaso seguro de la consulta hasta el descrédito de la propuesta de Chávez ante la OPEP de dejar de pagar en dólares (cosa que no vendría nada mal a los europeos pues no tendrían que aportar la pérdida del poder adquisitivo de dicha moneda), pasando por la impúdica exhibición de la derecha venezolana que tres días antes del referéndum decidió dejar de pedir la abstención para apoyar el no (y ello después de las vergonzosas soflamas diciendo que aquella consulta era ilegítima e ilegal), o el manifiesto triunfalismo postelectoral que trata de hundir el chavismo y glorificar a una oposición sin líder, carisma, ni ideas.
Hoy, a elección pasada, podemos responder a muchas preguntas. Para comenzar, que la potente y mediática oligarquía venezolana junto a sus secuaces trasnacionales siguen los postulados del ideólogo fascista Kart Smith cuando afirma que el mundo se mueve en la polaridad amigo-enemigo; necesitan crearse un enemigo y a ser posible muy malo: Fidel Castro parece descartado por su convalecencia y Chávez le suple tanto dentro como fuera de Venezuela. Podemos seguir constatando cómo detrás del emblemático “por qué no te callas”, hay un entramado de neocolonialismo aderezado con patrioterismo que se mezcla con el mundo empresarial de la peor calaña capaz hasta de colaborar en el golpe de estado del 2002 en Venezuela. Pero sobre todo, lo acontecido en torno a este referéndum, debe darnos la clave de lo que realmente está en juego: es una lucha de clases en la que la minoría oligárquica no quiere compartir ni un mínimo de beneficios con la clase obrera, ni sus monopolios mercantiles con el estado, ni su poder político con consejos y asambleas populares; es una lucha que traspasa las fronteras nacionales y puede convertirse en un ejemplo muy malo para la “pax neoliberal”.
Hoy los borbones, los oligarcas y los medios de desinformación, celebran a coro su victoria. Pero hoy más que nunca deberían responder, entre otras, a las siguientes preguntas: ¿cómo es posible que se tilde de dictador al sistema que más consultas populares hace en el mundo, y justo cuando pide opinión al pueblo?; ¿por qué la derecha no acataba la consulta y pedía la abstención a base de argumentos contundentes y se desdijo tres días antes pidiendo el no? ¿será que se aprovecharon de la baza del alboroto mediático protagonizado por una minoría de estudiantes hijos de papá y subvencionados por EEUU a través de USAID (su Agencia para el Desarrollo Internacional) tal como denunciaba The Washington Post el mismo día de la consulta?; ¿dónde está el tan cacareado golpe de estado y el derramamiento de sangre anunciado? ¿quién con dos dedos de cordura puede seguir afirmando que el régimen es tan férreo que no hay lugar para la discrepancia política o mediática?; ¿qué pueden responder periódicos servilistas como El País cuando al día siguiente de las elecciones sin saber aún los resultados pero temiéndose que ganara Chávez (casualmente hasta ese día tenían muy clara su contundente derrota) ponían en boca de “un observador internacional” (por supuesto sin identificar) que “si se confirma que el sí vence por una diferencia de apenas el 10% y con una abstención del 40% nos veremos ante una situación de consecuencias políticas muy graves”? ¿no tienen escrúpulos en acatar “su” victoria cuando la diferencia está en menos de un punto y la abstención en el 45%?,¿por qué Putin, corrupto confeso, asesor de masacres y muertes dentro y fuera del país, carcelero de sus legítimos opositores como Kasparov, y con un comprobado fraude en las elecciones -que por cierto se celebraron el mismo día que en Venezuela- no levanta ningún comentario?
La conclusión que podemos sacar es que este referéndum efectivamente era muy importante, pero sobre todo para los amos del mundo, ya que Venezuela es uno de esos países que se les puede ir de la mano. Observemos alguna de las claves de este país por las que saltan las alarmas oligárquicas; centrémonos en la fracasada (por ahora) reforma constitucional y en datos tan reales como ocultados; tal vez así podamos intuir el nerviosismo de quienes tienen mucho que perder:

– ya hemos resaltado cómo tanta elección y referéndum puede acabar descubriendo que es más democrático quien pregunta más que aquel que impone guerras sin oír el clamor de las calles
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– invirtiendo en gastos sociales (el 46% del P.I.B., el segundo más alto después de Cuba) entre otras cosas ha bajado el analfabetismo del 40% al 0% como reconoce la UNESCO….
– gracias a acuerdos transnacionales como Petrocaribe o el Banco del Sur, pueden hacer frente hasta al mismísimo FMI, y que todo ello, junto con otras medidas macroeconómicas convierten al país el de crecimiento de económico más alto de Latinoamérica y uno de los mayores del mundo….
– la reforma constitucional no equivalía a la perpetuación vitalista de Chávez, sino a la posibilidad de que él o cualquiera pudiera ser reelegido más de dos veces (Artículo 230), lo mismo que ocurre en casi toda Europa…
– todos los cargos electos, incluido el del Presidente, serían revocables a mitad del período para el que fueron elegidos (Artículo 72); por cierto, Venezuela es el único país en el mundo que lo hace, y de hecho hasta al mismísimo Chávez se lo hicieron en la legislatura pasada. ¿Qué hubiera ocurrido con Aznar si en plena efervescencia callejera anti-guerra hubiera tenido que dar cuentas al pueblo en la mitad de su mandato?
– en absoluto se proscribe la propiedad privada, sino que ésta estaría tan protegida como la pública, la social o la colectiva (Artículo 136); lo que sí se prohibirían serían los monopolios (Artículo 113), y latifundios no productivos (Artículo 307). Cabe decir al respecto que el sector privado en la Venezuela de los tres últimos años, lejos de retroceder ha crecido un 8%....
– es el Estado quien debe promover el desarrollo de un modelo económico productivo orientado por valores como la cooperación y el interés de lo común (Artículo 112) en vez del que anárquicamente va a la búsqueda del lucro personal (generador por todos los confines de la lacra de la pobreza en los más débiles)…
– nos quedamos con las ganas de ver el primer experimento donde nadie podría exigir trabajar más de 36 horas semanales (Artículo 90) garantizando el acceso a la seguridad social a todos los trabajadores (Artículo 100), medida que afectaría al 41% de la población…
– la democracia que Venezuela busca es más directa y menos representativa que en la vieja Europa ya que junto a partidos políticos también pueden concurrir a las elecciones los consejos comunales, de trabajadores, campesinos, discapacitados, pescadores, etc (Artículos 136 y 158). En el fondo está el intento de restar poder a la oligopólica partitocracia a la que tan bien se ha adaptado el gran capital…
– quedaría garantizada la educación obligatoria y gratuita hasta la universidad y con becas para los más necesitados en ella (Artículo 103), la creación cultural libre (Artículo 98), así como la autonomía universitaria….
– se reconocerían las culturas populares de los pueblos indígenas, de los eurodescendientes y de los afrodescendientes (Artículo 100), y en concreto se marcarían los mecanismos que garantizaran la representación indígena a pesar de ser (o precisamente por ello) minoritaria en número…
– se garantizaría que todos los ciudadanos fueran iguales ante la ley sin discriminación alguna (Artículo 18) hasta el punto de no reconocerse títulos nobiliarios ni distinciones hereditarias (Artículo 21) (Mal asunto para realezas, duquesas de Alba y demás parásitos)
– el Banco Central debería supeditarse a la política económica marcada por el gobierno (Artículo 318) y no al revés, donde priman las decisiones y el lucro de unos pocos a los que nadie ha elegido…
– se prohibiría la financiación de procesos electorales desde el extranjero (Artículo 67), con lo que aspectos de injerencia extranjera como el mencionado de EEUU quedarían fuera de la ley…
– el Estado promovería la integración de América Latina y el Caribe para configurar un bloque con el objetivo de fomentar la solidaridad y el comercio justo (Artículo 153)…¿es que un país de la CEE tiene derecho a ello y si lo propone uno “subdesarrollado” es delictivo?
Ante todo esto…¿por qué no os calláis borbones, oligarcas y deformadores de opinión, y dejáis de proclamar a los cuatro vientos vuestra supuesta superioridad? ¿Es que estáis nerviosos por el clamor de los desheredados de siempre que se niegan a seguir sumisos? ¿Es que pensáis que la gente no descubre las mentiras que circulan por vuestros medios de domesticación? ¿Tal vez os interese que esa gente continúe siendo menor de edad para que acepte arreflexivamente la deformación en forma de papilla masticada con la que tragar vuestras consignas y las de los políticos de poltrona y bolsillo a rebosar? ¿Por qué partís del supuesto de que únicamente vuestra interpretación es la correcta y sobre todo constatando la devastación que produce? ¿Es que no os dais cuenta de que a vosotros nadie os ha elegido?

No pretendo caer en el maniqueísmo fascista que denuncio. Por eso no pienso que la palabra escrita de una Constitución implique necesariamente su aplicación, ni que Chávez sea un ángel, ni Venezuela el paraíso. No pierdo de vista que la revolución bolivariana es excesivamente chavista, ni tampoco que como telón de fondo entre la “crisis” entre España y Venezuela hay una lucha de intereses sobre control regional. Aún no sé si el viaje de Chávez a Irán en un momento tan importante en su casa respondió a una estrategia (mala estrategia) o a un exceso de prepotencia. Creo que sería un error achacar al adversario lo que es una derrota propia, y de ello deberían sacarse consecuencias. Y desde luego, no hay que olvidar que la revolución bolivariana no es La Solución a los problemas del mundo, sino un intento alternativo entre otros posibles, al que habrá que dar credibilidad en la medida de sus actos.... Pero ante la persecución sistemática a toda aquella interpretación social que no se atiene a los cauces previstos por los poderosos, es prioritario desintoxicarse con dosis de fotografiar la realidad, comparar con aquellos que se creen que dan lecciones de democracia, y -más que nunca- buscar una distancia reflexiva que evite digerir las falacias que tratan de inculcar. Recientemente Lula afirmó que “se puede inventar lo que se quiera para castigar a Chávez, pero no por falta de democracia”; no es lo mismo, por tanto, la democracia que la falta de ella, ni la verdad que el engaño. Como decía el poeta, el camino se hace al andar, y la marcha que últimamente lleva Venezuela indica que se va haciendo una política al servicio de los ciudadanos y no al revés, aspecto tan simple de decir como difícil de realizar, (y si no, que se lo pregunten a todos aquellos que se desenvuelven en la periferia de los borbones, oligarcas y medios de domesticación que en el mundo han sido).
J.A.M.V.